Biberón, ¿enemigo de los dientes?

Texto: Juan José Aguilar

El biberón podría evitar el correcto desarrollo de la mandíbula / Foto: Thinkstock
El biberón podría evitar el correcto desarrollo de la mandíbula / Foto: Thinkstock

Desde que nacemos, comenzamos nuestra batalla por tener una boca perfecta, pero como es de esperarse, la modernidad y las facilidades para los padres no son siempre lo mejor para el bebé.

La sociedad en general, con el apoyo de la investigación científica, aboga por la lactancia materna como el método superior de la alimentación infantil. Pero hacerle las cosas más sencillas tanto al bebé como a la mamá, conllevan un precio. Succionar leche de un biberón requiere menos esfuerzo que hacerlo del pecho materno. Esto, sumado a una alimentación generalmente baja en nutrientes, tiene como destino una mandíbula pequeña, donde la única forma en la que puedan caber todos los dientes es extrayendo algunos de ellos.

Todas las funciones que se desarrollan en la cavidad oral (succionar, tragar, masticar y hablar), no sólo juegan un papel importante en la estimulación del desarrollo y crecimiento de la boca, sino también pueden alterar ese crecimiento y provocar una mala alineación de los dientes.

En cambio, la lactancia materna tiene efectos positivos en el desarrollo de la cavidad oral del bebé, incluyendo una mejor formación del paladar duro, que resulta en una alineación correcta de los dientes y menos problemas de acomodo dental.

Por lo tanto, cuando te veas envuelta por un ritmo de vida ajetreado y pienses que no hay tiempo para darle el pecho a tu bebé, haz todo lo posible para destinar unos momentos del día para amamantarlo, le ahorrarán a tu pequeño largos y dolorosos procedimientos de ortodoncia en los años futuros.

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Juan José Aguilar es cirujano dentista por la Universidad de Guadalajara, México, y especialista en Odontología Estética y Restauradora. Cédula: 5711438.