Correr: una inesperada forma de dañar tus dientes

Hacer ejercicio ofrece resultados maravillosos: te mantiene en un peso saludable e incrementa tu bienestar mental, porque el ejercicio es una forma de placer para el cuerpo. Sin embargo, de acuerdo con un estudio publicado hace unas semanas en el Scandinavian Journal of Medicine & Science in Sports, las personas que hacen ejercicio con regularidad deben estar atentas a su salud bucal.

El estudio de la School of Dental Medicine at the University Hospital Heidelber en Alemania, descubrió que los atletas están en riesgo de sufrir mayor desgaste dental en comparación con las personas que llevan una vida de menor actividad.

El estudio incluyó a 35 atletas y a 35 personas sedentarias. Se les realizaron exámenes orales, pruebas salivales, un cuestionario acerca de lo que comen, beben y todo lo relacionado con sus hábitos de higiene. En su caso, se revisaron sus hábitos de entrenamiento y qué tipo de bebidas y alimentos tomaban para compensar la pérdida energética.

Durante el estudio, se encontraron dos cosas importantes: 1) conforme se incrementaban las horas de entrenamiento semanal, aumentaba la erosión dental; y 2) se vio que, en un grupo de atletas que participó en una prueba de carrera en marcha gradual, el flujo salival disminuyó cuando la intensidad aumentó, a la vez que su saliva elevó ligeramente el PH; es decir: se hizo más ácida.

“Si a esto añadimos la mezcla de azúcares y proteínas que se consumen, ya sea en bebidas o barritas energéticas, antes y después de la actividad, la boca se convierte en un caldo de cultivo ideal para las caries”, explica la doctora Jessica Emery, cosmética dental y propietaria de Sugar Fix Dental Loft Chicago. “Nuestras defensas contra las bacterias nocivas se hallan en la saliva, por lo tanto, si los niveles de este elemento bajan, es difícil que tu boca se mantenga sana y limpia. La forma de respirar durante el ejercicio así como la deshidratación contribuyen a la resequedad en la boca del corredor”, advierte.

Pero ¿esto qué significa para ti? “Algunos atletas experimentan la boca del corredor de cuando en cuando, pero los efectos adversos de esta condición se manifiestan mayoritariamente en los corredores, porque no siempre tienen acceso al agua, y en los fondistas y mediofondistas que pasan fuera muchas horas en ambientes que tampoco favorecen la hidratación”, asegura la doctora Emery.

Claro, esto no quiere decir que debas dejar de salir a correr o abandonar tu rutina de ejercicio; existen algunos puntos clave que debes seguir para evitar que tu entrenamiento afecte la blancura y bienestar de tu sonrisa:

Mantente hidratado
Es tu mejor defensa contra la boca del corredor porque tu cuerpo necesita agua para sustituir la saliva perdida. Toma agua antes, durante y después de la sesión. Si eres fondista, considera incrementar la sal de tus alimentos, esto ayuda a tu cuerpo a retener agua.

Chupa una menta sin azúcar o mastica un chicle sin azúcar
Hacerlo después del ejercicio reactiva tus glándulas salivales. La clave radica en que tanto el caramelo o la goma de mascar estén libres de azúcar, pues ésta es la que se fermenta en la boca y cultiva bacterias.

Cepillado e hilo dental frecuentemente
Con dos veces al día puede ser suficiente, pero si sientes que tu boca está pastosa después del entrenamiento, debes cepillarte también. Ante cualquier dolor o sensibilidad, consulta a tu dentista.

Con información de The Unexpected Way Running Affects Your Teeth de Yahoo Health.