¿Puede un beso contagiarte de caries?

Texto: Juan José Aguilar

Una servilleta para dos, un cubierto compartido, incluso un beso son suficientes para desencadenarla. Además de un simple resfrío o una fuerte gripe, la bacteria que produce la caries también puede contagiarse, algo que según estudios recientes sucede muy a menudo y los niños son los más vulnerables.


La caries es una enfermedad infecciosa que afecta al 56% de la población. El estreptococo mutans es el principal agente que la provoca. La caries, pese a lo que siempre se ha creído, no es una simple lesión en un diente, sino una enfermedad que se puede propagar a través de la saliva.

Los besos son una fuente de bacterias, en los cuales se pueden transmitir las mismas que favorecen la aparición de caries. En el caso de los bebés, estos adquieren este microbio cariogénico de sus padres o de las personas que los cuidan, al probar su comida para ver si está a una temperatura adecuada, por medio de cucharas y servilletas compartidas, en la guardería, etcétera.

Entre adultos sucede algo similar. En el 2011 un informe de la Universidad de Helsinki reveló un caso de una pareja. La paciente femenina de 40 años nunca había tenido caries cuando, de pronto, apareció con dos caries y contrajo una enfermedad de las encías. La mujer había empezado una relación con un hombre que no había visitado al dentista en 18 años y padecía de ese tipo de problemas bucales.

Se ha demostrado que se puede producir un cambio en la flora bacteriana de nuestra boca mediante los besos y aumentar el riesgo de contraer caries o enfermedad periodontal si nuestra pareja padece estas afecciones. Sin embargo, no todas las personas que tienen estas bacterias desarrollan estás afecciones, puesto que influyen muchos otros factores como la alimentación, el hábito higiénico y el tiempo, principalmente.

Así mismo, un beso apasionado aporta valiosos beneficios para la salud, ya que en una boca saludable la saliva con un pH adecuado contiene sustancias que combaten las bacterias, virus y hongos. Un beso aumenta el flujo de la saliva y ayuda a mantener la boca, dientes y encías saludables.


La caries no se transmite en sí, pero podemos compartir la flora bacteriana que la produce con nuestras parejas, hijos, mascotas y aumentar el riesgo a desarrollarla. Por ello, se debe cuidar la limpieza de la boca y las bocas con las que convivimos. El contagio se puede demorar o evitar si llevamos una correcta higiene bucal.
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Juan José Aguilar es cirujano dentista por la Universidad de Guadalajara, México, y especialista en odontología estética y restauradora. Cédula: 5711438.